miércoles, 1 de junio de 2016

A ti

Quiero empezar esta carta agradeciéndote 
profundamente
que hayas entrado en mi vida, 
en mi casa, 
y en mi cama. 

Que hayas destrozado mis miedos, 
mis sábanas 
y que ahora estés aquí 
mirándome a la cara,
a los ojos, 
sin decirme nada.

Hemos tenido momentos tan complicados, 
que solo saber que estabas a mi lado me ha reconfortado. 
Tenerte lejos y cerca ha hecho que mi verano 
sea más largo y más bonito. 
Tú eres bonita. 
Lo eras con el pelo largo 
y ahora con el pelo corto también. 
Lo eras cuando solo me cogías de la mano, 
y ahora sigues siéndolo mientras me besas.

A ti, 
que contra viento y marea 
has estado conmigo.

A ti, 
que pese a mis enfados y mis chillidos 
sigues aquí.

A ti, 
que se que estás. 
Que no te vas.

Quiero pasar mis días contigo, 
seguir sumando momentos, besos, abrazos. 
Seguir sumando noches sin dormir, 
y días vagos.

Quiero seguir teniéndote en mis brazos 
cuando tiemblas por el frío, 
los nervios. 
Da igual. 
Tenerte en mis brazos al dormir. 
Dormir contigo y levantarme antes 
para cuidarte el sueño.

Quiero lo del título. Toda la vida.