martes, 22 de septiembre de 2015

A secas.


Qué bonito sería un mundo donde el amor fuese legal en todos los países,
donde no te maten por ser quien eres,
por amar a quien ames,
por hacer lo que quieres.
Qué bonito sería un país justo,
con derechos para izquierdas,
y mano izquierda a los de derechas.
Qué bonito sería vivir en un país
donde cada uno establece su religión
donde no se impongan creencias
donde la tolerancia sea 0 contra cualquier abuso,
maltrato o agresión.
Qué bonito sería vivir en un país donde se respeta,
tanto al pobre como al rico,
en todas las condiciones y situaciones
sin mirar antes el dinero de nuestros bolsillos.
Qué bonito sería vivir con más humanidad,
donde no existan guerras fuera de la cama,
que se hiciera el amor en la calle
y la educación no se pagara.
Qué bonito sería la igualdad para todos los grupos,
personas y animales,
de cualquier tipo
de cualquier especie.
Qué bonito sería, joder, vivir en un mundo diferente,
qué bonito sería tener más esperanzas que miedos,
un mundo donde no te prohíban cumplir tus sueños
y no se impida reivindicar nuestros derechos.
Qué bonito sería el mundo sin la Ley Mordaza,
con una democracia real
menos armas
y más libros.
Qué bonito sería el mundo si todos pensáramos en las vidas de todos.
Bueno, en realidad: qué bonito sería el mundo si todos pensáramos.
A secas.