domingo, 25 de enero de 2015

Y esa es la manera más preciosa en la que puedes estar.




Incluso cuando no lo crees eres preciosa. Te miro y te vuelvo a mirar, y aunque ponga todo mi empeño no encuentro ni una sola cosa que no me enamore de ti.

Eres preciosa porque cuando te miro me arde el corazón, y si te respiro se me para la pulsación. Porque cuando intento disolver mis ganas la concentración en ti augmenta y solo puedo morir poco a poco imaginando como me salvas de un beso.

Eres preciosa porque me enamoré de tus miedos. Amo cada pasito atrás que das junto a ellos, y adoro los pasos hacia adelante que das dejandolos atrás. Amo a tus demonios como también amo a tus angeles de la guarda. Amo tus manías y tus detalles. Amo tus bostezos y tus besos. Amo cuando me abrazas y cuando me achuchas contra la almohada.

Eres preciosa, y cuando lo digo lo afirmo. Lo eres. No pongas en duda lo que ve mi corazón y sienten mis ojos. Mi alma nunca engaña.

Eres preciosa incluso cuando tienes la mirada perdida, cuando me das la mano y caminamos sin rumbo, morena. Eres preciosa de pies a cabeza, y de una punta del dedo al otro. Eres preciosa boca arriba y boca abajo. Y con tu boca en la mía aún más. Eres preciosa cuando ríes y cuando lloras. Y qué más da. Eres preciosa sin importar cuando.

Eres preciosa porqué eres tu, porque a veces lo que la demás gente piensa es porque no te ha visto como yo, indefensa y a la vez tan fuerte. A punto de romperte con un soplo de viento y a punto de dar una paliza a quien ha querido hacerme daño. Con lagrimas en los ojos pero la carcajada a pie de garganta. Y sin embargo sigues pensando que no eres preciosa. Y lo eres.

Lo eres porqué tu alma es de esas que dan calor, dan calor sin necesidad de abrazarlas. Que te calman en una noche fria, que te arropan sin ropa. Porqué solo hay una puerta abierta de par en par con nuestras iniciales grabadas, y una gran llave justo al lado.

Eres preciosa porque aunque con todas las inseguridades y miedos del mundo sigues creyendo que seguiré contigo, y sigues confiando en nosotras por encima de todos. Sigues sabiendo que solo eres tu la mujer de mi vida y me das la libertad de hacer y deshacer.

Eres preciosa porque sabes que aunque pueda irme, me voy a quedar contigo para siempre. Porque eres preciosa en todo momento, y una musa como tu necesita a una artista que haga obras de arte basados en ella.

Eres preciosa porque solo de pensarte tengo ganas de escribirte mil textos como este, y como miles que tengo en la cabeza. Porque con solo imaginarme a tu lado se me pone la piel de callina y el corazón se emociona de tal manera que si no escribo me sale por la boca y comienzo a temblar.

Eres preciosa porque me calmas la vida, y me aceleras el corazón. Eres preciosa porque te veo, con o sin luz, tal y como eres. Y esa es la manera más preciosa en la que puedes estar.

sábado, 24 de enero de 2015

Y te prometo que nunca querré eso.




Te quiero. ¿Te lo he dicho alguna vez?

Te quiero cuando estás lejos, cuando te siento cerca y cuando te imagino aquí, a mi lado, encima y debajo. Cuando te imagino entre mis dedos, y los tuyos enredados en mi pelo por la mañana después de haberte hecho morir y resucitar nuestras 8 veces.

Te quiero cuando me besas despacio, para que no pare el sueño. Cuando me acurruco a lo largo de tu pecho para dormir sin temer a los monstruos, porqué el mayor monstruo que me puedo imaginar es no tenerte al lado.

Te quiero cuando entras y sales de mis sábanas, y me arropas y me quitas el frio sin mantas. Cuando me miras y remiras sin cansarte de el minimo detalle, y vuelves a mirarme como si algo hubiera fallado en mi cara, pensando que lo que me faltan son tus labios. Y entonces me vuelves a besar.

Te quiero cuando insistes en que la perfección es eso de lo que estan hechas mis celulas, y cuando te pones cabezota al yo negartelo. Cuando me coges de la mano y me llevas allá donde lleven las olas, donde te guie el pequeño aleteo de mis pequeñas alas, mariposa.

Te quiero cuando te iluminan las luces de mis estrellas de buena noche, y sonries porque sabes que son las luces que jamás te fallaran, aunque se apague el cielo y nos encierren en el sotano. Cuando me guiñas el ojo y me llamas idiota para quemarme un poco, y matarme otro, y curarme los dos de golpe con tus alas.

Te quiero cuando eres libre, y vuelas y vuelves. Cuando vuelves siendo libre, cuando vuelves a mis brazos pequeña, cuando no te marchas. Cuando sin dejar de caminar por el anden miras la ventana, y conectamos los ojos, entrelazamos las almas y cortamos poco a poco los pocos centimetros, que empeñados en acelerar, van creciendo entre nosotras detrás del cristal.

Te quiero cuando me quieres, cuando no te importa si bien o mal. Cuando me endulzas en el mar tan salado en el que quizás deberia estar, esta pequeña lagrima andante.

Te quiero cuando todo y todo se resume en ti. Te quiero lo suficiente como para querer que te quieras. Te quiero lo suficiente como para conseguir que te quieras. Te quiero lo suficiente como para quererte por ti aunque te quieras, y no quieras.

Te quiero como para seguir queriendote mientras intentas quererte. Te quiero como para quererte hasta que quiera dejar de hacerlo. Y te prometo que nunca querré eso.